Para atender clases en línea de manera satisfactoria, un niño debería contar con tres factores: “nutrición adecuada, una tableta de al menos 9 pulgadas con 32 Gb de almacenamiento y una conexión a internet con una velocidad de por lo menos 3 megabits tanto de subida como de bajada”.
Así lo explica Diego Carrera, investigador de la ESPOL que ─junto al también académico politécnico Stephano León─ realizó un estudio en cuatro escuelas ubicadas en sectores urbano-marginales del noroeste de Guayaquil, obteniendo como resultado que, de cada 20 niños, 19 carecían de uno o más de estos elementos.
Por este motivo, la Arquidiócesis de Guayaquil, la ESPOL y las Universidades Casa Grande y Estatal de Milagro han desarrollado una propuesta integral compuesta por los proyectos Explora 5.0, #PizarraAudiovisual y MIDI-AM 2.0. Estos ─a través de acciones de vinculación e investigación─ buscan ayudar a niños y sus familias en la adaptación a la educación virtual, para mejorar la calidad de la enseñanza en tiempos de pandemia, enfocándose en los tres factores mencionados en el primer párrafo.
En este sentido, como parte de esta propuesta integral, a través del Banco de Alimentos Diakonía se han entregado 3.000 kits de alimentos a los padres de familia de las escuelas Pedro Vicente Maldonado, Juan Javier Espinoza, Fermín Vera Rojas y Sagrada Familia de Nazareth.
Además, estudiantes de la ESPOL ─liderados por los profesores Luz María Valencia, Valeria Guzmán y Alfonso Silva─ han dictado varias charlas sobre alimentación adecuada para infantes.
La Fundación Misión Alianza de Noruega en Ecuador, por su parte, también ha colaborado en la construcción de antenas comunitarias que proveerán de acceso a plataformas educativas a niños de sectores como Socio Vivienda 2 y Sergio Toral 2. Así también, se ha desarrollado una plataforma virtual con contenidos educativos enfocados en niños que aún no saben leer y, la capacitación a profesores para utilizar estos recursos de manera óptima.
Así mismo, como parte de la propuesta integral, la Arquidiócesis de Guayaquil ─a través de la Red Educativa Arquidiocesana, REA─ trabaja en la creación de un banco de tabletas, mediante una serie de acciones y campañas para conseguir los dispositivos electrónicos con el objetivo de distribuirlos a niños que viven en sectores vulnerables.
“Aunque los profesores ya están capacitados, hay alumnos que no pueden estudiar. A veces no tienen Internet, o se les satura el teléfono, porque hay familias en las que muchos niños estudian con un solo teléfono. Lo ideal sería que cada uno tuviera una tableta”, explica Diego Carrera, quien también se desempeña como especialista en proyectos tecnológicos en la ESPOL.
La Arquidiócesis manejará el banco de tabletas a través de la Red Educativa Arquidiocesana (REA). La ESPOL, así como las universidades Casa Grande y Estatal de Milagro, dotarán a estos dispositivos de la plataforma virtual y contenidos educativos ya mencionados, los cuales, fueron desarrollados con base en el currículo del Ministerio de Educación.
Carrera explica también que en los próximos días la REA empezará una campaña para recaudar fondos, y que posteriormente se espera que más instituciones se unan como aliadas estratégicas del banco de tabletas.
ESPOL y la Arquidiócesis de Guayaquil
La cooperación entre la ESPOL y la Red Educativa Arquidiocesana empezó en el año 2018, con el desarrollo de aplicaciones móviles y lúdicas para los alumnos de la escuela Sagrada Familia de Nazareth.
Este trabajo se realizó como parte del proyecto de servicio comunitario MIDI; y en el año 2019 fue nominado al Premio Rey Hamad Bin Isa Al.Khalifa de la UNESCO por el empleo de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) en la educación.
Un año después, el proyecto LOLY- MIDI ─liderado por los investigadores politécnicos Nayeth Solórzano y Diego Carrera─ obtuvo tres premios en el Desafío Play, un concurso internacional promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo.
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